No solo porque las organizaciones están obteniendo mejoras significativas en costos, productividad y eficiencia operativa, sino por la expansión tecnológica y los beneficios de migrar datos y archivos, adoptar plataformas en la nube es una necesidad que dispara hoy el crecimiento empresarial en América Latina. Colombia sigue los pasos y según el estudio “Impacto Económico de la Adopción de la Nube en seis países de América Latina” de FTI Consulting en 2023, el país, gracia a la adopción de la nube pública, generará entre 2023 y 2038, un 2.1 millones de empleos, aportará USD24.8 mil millones al PIB del país y tiene el potencial de reducir las emisiones l CO2e de los centros de datos en un 50%.
Las cifras
Los gastos en servicios de infraestructura en la nube pública en América Latina para 2024 aumentarán significativamente, correspondiendo a poco más de la mitad de los gastos en infraestructura digital, según el estudio IDC FutureScape 2024: Cloud and Digital Infrastructure. Eso sumado a que el gasto en infraestructura como servicio (IaaS) y plataforma como servicio (PaaS) en la región, crecerá a una tasa similar a la observada en mercados más desarrollados, superando los US$ 4,5 mil millones, avanzando un 41% año contra año.
Incluso, según datos de IDC FutureScape: Worldwide Cloud 2024 Predictions, las inversiones en infraestructura digital no solo mantendrán su ritmo de crecimiento, sino que se verán reforzadas por las iniciativas de GenAI, que se están convirtiendo en un pilar central de la transformación digital en muchas organizaciones.
En el panorama colombiano, de acuerdo a un estudio de FTI Consulting de 2023, sobre el impacto económico de la adopción de la nube en seis países de América Latina, se pronostica que en el país entre 2023 y 2038, la implementación de la nube pública aumentará un 2.1 millones de empleos, e incluso, representará USD24.8 mil millones en el PIB del país. Este es un escenario que, no solo ratifica el incremento del número de empresas que han migrado a soluciones basadas en la nube en los últimos años, sino también la expansión del uso de estas soluciones a todos los sectores empresariales del país.
“Vemos un panorama optimista para el mercado de infraestructura digital en América Latina. Las empresas entienden que existe una reducción de costos de infraestructura; mejora en la escalabilidad y eficiencia por función y tarea; mejoramiento de la experiencia del usuario y reducción de interrupciones no planificadas, además de poder implementar nuevos recursos y aplicaciones más rápidamente y con menos errores”, recalca Sandro Luiz Gianini, Head de infraestructura cloud de Stefanini LATAM.
Beneficios que se potencializan
Variados son los beneficios del uso de plataformas en la nube que van desde la reducción de costos por usuario hasta en un 27%, aumento del 67% en la productividad del personal de TI, además de una reducción anual del 56% en el tiempo de inactividad de las aplicaciones y una disminución del 37% en el time to market para la entrega de nuevas aplicaciones.
Ventajas que requieren una guía especializada para entender los modelos de precios, la forma de ejecutar la migración y cómo gestionar todo el proceso y el mapeo de todo el entorno, comprendiendo la infraestructura completa. “Los resultados de esta planificación mostrarán un retrato del entorno de la empresa y, con base en ellos, se elaboran las estrategias de migración. La ingeniería cloud es capaz de detallar los componentes tecnológicos que soportarán cada oportunidad de transformación, así como los procesos que deben ocurrir”, agrega Gianini.
Los tres frentes a encarar en una estrategia de nube
Según Gianini, la evaluación del impacto de la adopción de una estrategia de nube, debe pasar por tres frentes: costo, arquitectura y seguridad, para luego construir y ejecutar un plan piloto de la estrategia cloud first en la organización empresarial. “No existe un modelo único para migrar a la nube. Lo más importante es definir qué migrar a la nube y en qué momento, a partir de la identificación de las cargas de trabajo (workloads), que tiene sentido mover a la nube, por ejemplo, aquellas que requieren escalabilidad y alta disponibilidad, para luego, establecer las ondas de migración, validación, transferencia (cutover) y el plan de pruebas”, comenta el ejecutivo.
“Además, en el caso de las aplicaciones heredadas, que tengan un alto potencial de transformación comercial, les aplicamos el modelo de transformación de aplicaciones actualizado para tecnologías, lenguajes y arquitecturas modernas y escalables, para ofrecer la estabilidad, agilidad y conformidad exigidas por el negocio”, explica el Head de infraestructura cloud.
Uno de los métodos bastante utilizados actualmente es el llamado “lift and shift”, que sería, elevar y desplazar las aplicaciones del on-premise hacia la nube. Así, en lugar de hacer una actualización tecnológica, comprando servidor y equipo de almacenamiento, se transfieren las aplicaciones a la nube. Si no se opta por esta metodología, se parte hacia una ejecución más manual, moviendo aplicación por aplicación, o se puede optar por una estrategia híbrida, donde algunas funciones se transfieren al espacio en la nube, mientras que otras permanecen dentro de los servidores de los clientes.
Un futuro sostenible de la mano los servicios en nube
Después de realizada la migración, deben hacerse los ajustes y las optimizaciones necesarias, a fin de obtener los resultados deseados. “Pasada la migración, no se puede descuidar el control de la gestión de costos, que se convierte en un punto primordial de la estrategia y la optimización de su uso”, sugiere Sandro Luiz.
Además, de cara al futuro, los impactos ESG que son vitales en la estrategia sostenible de las empresas serán un punto crucial. Así, al tener las empresas mayor control sobre el uso de la nube, se pondrá una lupa sobre las consecuencias ambientales. De hecho, Según el estudio IDC FutureScape: Worldwide Cloud 2024 Predictions, a nivel global, en 2024, cerca del 80% de las grandes empresas buscarán un proveedor basado en su capacidad de demostrar los impactos de ESG.