Del 9 al 15 de septiembre se conmemora la Semana Mundial de la Construcción Sostenible. En Colombia, el Aeropuerto Internacional El Dorado de Bogotá se ha consolidado como un referente a nivel mundial, al ser el primer aeropuerto en recibir la certificación LEED v4.1 O+M Platino, otorgada por el U.S. Green Building Council.
La certificación LEED promovida en el país por el Consejo Colombiano de Construcción Sostenible (CCCS) busca evaluar y respaldar las buenas prácticas para lograr que las edificaciones e infraestructuras convivan armónicamente con el medio ambiente, razón por la que se tienen en cuenta aspectos que van desde la construcción en sí misma, pasando por su eficiencia energética, la manera en cómo disponen los residuos, entre otros aspectos.
“Nos debemos sentir orgullosos como colombianos, de tener el primer aeropuerto en el mundo con certificación LEED Zero Energía y en Platino LEED O+M v4.1, pues es una muestra de que, si es posible construir infraestructuras de gran escala conviviendo y respetando el entorno natural, además de aportar a la eficiencia operativa y al bienestar general”, aseguró Angélica Ospina, directora ejecutiva del Consejo Colombiano de Construcción Sostenible.
La certificación LEED O+M v4.1 nivel Platino evidencia el compromiso de El Dorado entre las más de 1.500 terminales aéreas de Latinoamérica y el mundo al convertirse en el primer aeropuerto en certificar su operación con este reconocimiento. Este hito subraya su liderazgo en sostenibilidad y eficiencia energética, demostrando cómo es posible reducir la huella de carbono, optimizar la eficiencia operativa y atraer inversiones al adoptar tecnologías innovadoras que equilibran el consumo y la generación de energía. El aeropuerto El Dorado marca un estándar para la industria aeroportuaria posicionándose como un ejemplo de cómo las infraestructuras de transporte pueden contribuir activamente a la lucha contra el cambio climático.
Como muestra del compromiso por la sostenibilidad, El Dorado cuenta con una planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR), la cual desempeña un papel crucial en esta labor al separar los residuos sólidos, mientras devuelve 1.1 millones de litros de agua de excelente calidad anualmente al Río Bogotá. Así mismo, su Estación de Clasificación y Aprovechamiento de Residuos (ECA) permite procesar alrededor de 20 toneladas de residuos diarios, aprovechando aproximadamente el 80% de los residuos generados, lo que se ha configurado como un hito en la economía circular y la reducción de la huella ambiental del aeropuerto.
Entre las iniciativas que impulsa el Aeropuerto se destacan los paneles solares que generan energía renovable en el sitio y reducen la dependencia de fuentes no renovables. Además, esta terminal aérea que recibe a 40 millones de pasajeros al año, cuenta con un sistema de captación y reutilización de agua de lluvia, utilizado en los sanitarios, reduciendo el consumo de agua potable y su impacto ambiental.
“Somos el primer aeropuerto con la certificación LEED O+M v4.1 nivel Platino, entregada por el Consejo de la Construcción Sostenible de Estados Unidos, la cual reconoce a las edificaciones que han logrado los más altos estándares de eficiencia energética, y esto nos llena de orgullo, pues es el resultado de nuestro compromiso decidido con la sostenibilidad. Llevamos varios años implementando prácticas para lograr una eficiencia energética adecuada a la operación y la generación de energía renovable. Seguiremos trabajando con el mismo compromiso y dedicación para tener un mejor planeta”, expresó Natalí Leal, Gerente General del Aeropuerto El Dorado.
La instalación de equipos de purificación de aire con tecnología RCI ha permitido garantizar una excelente calidad del aire en las instalaciones de esta terminal aérea. Asimismo, su sistema avanzado de gestión de residuos ha logrado la Certificación de Basura Cero en nivel Oro, otorgada por ICONTEC, promoviendo el reciclaje y el compostaje.
Durante la Semana Mundial de la Construcción Sostenible, El Dorado se posiciona como un referente mundial de cómo las infraestructuras modernas pueden alinearse con el bienestar ambiental y social. Así, Colombia continúa demostrando que la construcción sostenible es un camino viable hacia el futuro.
