Nuevamente el sector constructor y la ingeniería del país vuelve a estar en el ojo del huracán por la falta de seriedad, ética y profesionalismo del gobierno y las empresas que son contratadas para realizar las obras de infraestructura.
Hisgaura es el nuevo hazme reír de los medios y de la gente en contra de la ingeniería colombiana, por las fallas que dio a conocer un informe del Invías en donde se habla de desniveles de la viga de rigidez, de reparación de fisuras, de desnivel del puente por peso propio y de improvisados refuerzos entre otras fallas.
Porqué ocurren estos errores, cómo no se corrigen antes de manera profesional y no como lo muestran las fotos del Invías en el informe de Prevención y Atención de Emergencia, que muestran reparaciones improvisadas.
La empresa constructora, la española Sacyr, ha dicho que la obra es segura y que la irregularidad presentada será remplazada por una imposta metálica y que no afecta en nada su solidez y estabilidad.
Pero porqué se presentan tantas fallas antes de ser inaugurado el puente el cual en una primera instancia debió ser entregado en diciembre de 2017, osea casi un año antes, pero el gobierno anterior le dio un nuevo plazo al 31 de agosto de este año, el cual no se cumplió como lo dijo la empresa interventora de la obra al Fondo de Adaptación, que es la entidad encargada de la obra, y por ello se está desarrollando un tribunal de arbitramento en torno a varios aspectos de la ejecución del contrato y el cumplimiento del mismo.
y que decir del tema de las pruebas de carga, que según Sacyr, no estaban en el contrato, así como el colocar la iluminación en el puente. Y ni hablar de las trochas que comunican este puente en cada lado con las poblaciones de Curos y San Andrés.
Ya existen los decretos y leyes que obligan a que una obra sea licitada por varias empresas y no escogida a dedo. Ya existe la ley que obliga al licitante ganador a cumplir con tiempos y obras de acuerdo a un cronograma y especificaciones del proyecto para que se entreguen obras de primer nivel. Entonces por qué se siguen presentando estos escándalos que maltratan el profesionalismo de nuestros constructores, porque en el país no se culpa a uno solo sino a todo un gremio y los verdaderos culpables ni se mencionan.
