La Agencia Nacional de Infraestructura dio inicio a la fase de administración, operación y mantenimiento de los dos primeros tercios de la vía Bogotá – Villavicencio por parte de la Concesionaria Vial Andina – Coviandina S.A.S. Este concesionario que desde 2016 avanza en la construcción del último tercio de la vía al llano, hace parte de los proyectos de cuarta generación que el Gobierno Nacional sigue reactivando.
La vía al llano estuvo concesionada a la Concesionaria Vial de los Andes S.A.S., como proyecto de primera generación desde 1994, tiene una longitud total de 85,6 kilómetros, y fue dividida en tres tramos conocidos como primer tercio, de 34 kilómetros que inicia en el sector Usme en la salida de Bogotá y finaliza en el sector El Tablón (Cundinamarca); segundo tercio, de 29 kilómetros que va desde El Tablón hasta el sector de Fundadores; y Tercio Final, que comprende la distancia entre el sector de Chirajara y la capital del Meta.
El último tercio hace parte de un contrato de cuarta generación firmado con la Concesionaria Vial Andina – Coviandina S.A.S. en 2015. Este contrato de cuarta generación fue dividido en dos fases, la primera correspondiente a la construcción de la segunda calzada en el tercer tercio y la segunda fase destinada al inicio de la administración, operación y mantenimiento de los otros dos tercios.
Las obras del tercio final, que iniciaron en septiembre de 2016, consisten en la construcción de la segunda calzada entre Chirajara y Villavicencio- Esta tiene una longitud aproximada de 24.61Km y contempla, entre más de 40 obras, la construcción de 21 puentes y 6 túneles, entre ellos el túnel 7 que tendrá una longitud de 4.542 metros y el puente 5 con 762 metros. El total de este tercio tiene un avance total del 63%.
Los trabajos que se adelantan en el km 58, tanto en la parte superior de la ladera, con la construcción de un sistema de canales y en la parte inferior con la instalación de drenes horizontales, sumado a las buenas condiciones climáticas han mejorado la estabilidad de la ladera que, durante el último mes, solo presentó un leve desprendimiento por condiciones de lluvias.
En cuanto al tablestacado, una barrera metálica de cerramiento que tendrá una longitud aproximada de 216 metros, con seis metros de altura y 40 centímetros de espesor y cuya finalidad principal es retener la ladera durante las temporadas de lluvia, las obras avanzan a buen ritmo, se han adelantado las perforaciones para fijar los pilotes y se puso concreto lanzado para empezar a contener la montaña.