En el primer semestre del año se desarrollan las asambleas anuales de copropietarios en los conjuntos de apartamentos, en donde el administrador presenta un informe detallado de las acciones, gastos ingresos (estados financieros) y demás situaciones de interés general. Es allí donde se evalúa la gestión realizada y se determinan las acciones y proyectos para el nuevo año, por ello es importante que en dicha asamblea se evalúen los riesgos de las zonas comunes y privadas y se analice cómo está la copropiedad en materia de protección contra incendios.
Además de estudios de seguridad contra incendios los cuales involucran diversos aspectos, como el diseño de sistemas activos, pasivos y elementos de seguridad humana, los ciudadanos pueden involucrarse y ser parte activa de las estrategias de protección ante emergencias causadas por el fuego y, de esta manera, minimizar las consecuencias ocasionadas por un incendio.
El ingeniero Javier Sotelo, de Osho Ingeniería hizo un análisis de cuáles serían las cuatro preguntas básicas que usted debe realizar al interior de su hogar y planteárselas al administrador de la copropiedad donde usted vive o trabaja.
1. ¿Está informado de cuáles son los componentes del sistema contra incendio del edificio y cómo operan estos sistemas?
2. ¿Sabe si usted tiene alguna obligación de uso de los sistemas contra incendio que están instalados?
3. ¿Conoce el estado operativo actual de los sistemas contra incendio?
4. ¿Qué actividades de inspección, prueba y mantenimiento se les realizan a los sistemas contra incendio del edificio?
De acuerdo con el ingeniero Sotelo, reconocer el riesgo de incendio como un riesgo serio es el primer paso, pues esto ayudará a tomar conciencia de la importancia de estar preparados y protegidos. En este sentido, el experto recomienda a todas las personas desarrollar un plan de acción en caso de que se presente una emergencia de incendio, según el lugar en el que se encuentre, bien sea un sitio público, privado e, incluso, sus propias casas.
“Pensar cuál sería el punto de encuentro, por dónde saldrían, si se tienen distintas opciones de evacuación o si solo tienen una; tener pensamiento crítico y curiosidad para saber y conocer el funcionamiento de los sistemas contra incendio, de los extintores y demás elementos básicos son las principales recomendaciones para que todos los ciudadanos se involucren en su propio cuidado”, indica Sotelo.
Y es que los incendios no controlados pueden acabar con la propiedad e incluso con la vida de las personas; por esta razón, si usted vive en un apartamento es su obligación conocer por lo menos los componentes del sistema contra incendio, preguntar a la administración sobre el mantenimiento de los mismos y estar validando anualmente que se hagan las respectivas revisiones.
“Todas las personas ven en sus edificios mangueras contra incendio y se considera que su deber es operarlas, esto es un serio error. En caso de emergencia el control del fuego es responsabilidad exclusiva de los sistemas automáticos de extinción y de los cuerpos especializados en emergencias, es decir bomberos, la única obligación de los ocupantes del edificio es evacuar”.
En las copropiedades en general, es poca la importancia que se le dan a los sistemas contra incendio, erróneamente se supone que los mismos están ahí listos para funcionar, a pesar de que no se le realiza ningún tipo de inspección, prueba o mantenimiento y no se conocen sus criterios de operación, dado que estos sistemas no se utilizan de forma permanente se convierten en parte de la “decoración o paisaje” del edificio; la cultura de protección contra incendio en países desarrollados hace que los ocupantes de cualquier tipo de edificación evalúen las mismas desde el punto de vista de protección contra incendio, por lo tanto las personas en general cada que llegan a una instalación (hotel, vivienda, centro comercial, planta industrial, discoteca, etc), preguntan y observan la ubicación de las vías de evacuación, la existencia o no de sistemas de extinción y alarma de incendios, la ubicación de la señalización de emergencia , entre otros.
Algunas empresas o gobiernos extranjeros no permiten que personal que los representa se hospede en hoteles que no cuenten con sistemas básicos de extinción como lo son los rociadores automáticos; puede que el hotel tenga los mejores acabados y decoración pero si no cuenta con condiciones de seguridad de vida para las personas en caso de incendio simplemente no es un lugar adecuado para hospedar a su personal; este nivel de progreso cultural es el que motiva como sociedad en desarrollo a verificar los sitios que permanentemente se ocupan, iniciando por las viviendas, un incendio ocurre en cualquier momento y sus consecuencias pueden ser mortales.
Copropietarios y administradores de edificios deben dar la importancia que se merecen los sistemas contra incendio, esto implica evaluar permanentemente su estado operativo por medio de planes de inspección, prueba y mantenimiento. “No debemos esperar a que se presente una emergencia para determinar si el sistema contra incendio está funcionando, así como esperamos en una copropiedad que los ascensores y el sistema de agua potable operen correctamente, debemos asegurar lo mismo para dichos sistemas, estos componentes del edificio son vitales”
“En este aspecto deben primar los objetivos sobre el dinero, es lo que en nuestra empresa llamamos inversiones inteligentes; un sistema contra incendio mal hecho cuesta dinero y no cumple su propósito. La diferencia entre un sistema bien hecho y uno mal hecho, en términos económicos, usualmente es mínima; sin embargo, el bien hecho salva la vida y la propiedad, mientras que el mal hecho se quema junto con el edificio y sus contenidos. Actualmente, según un estudio que realizó nuestra compañía, el 95% de los edificios multifamiliares en Bogotá no cuentan con sistemas certificados de protección contra incendio”.
