Vacancia del 9,1% y aumento del 11% en precios consolidan recuperación del mercado de oficinas en Bogotá

El mercado de oficinas clase A en Bogotá cerró el tercer trimestre del año con resultados positivos, confirmando la recuperación y estabilidad del sector corporativo. De acuerdo con el más reciente informe de Cushman & Wakefield, la vacancia se ubicó en 9,1% y la absorción neta acumulada alcanzó 34.083 m², cifras que consolidan un entorno de mayor dinamismo y preferencia por espacios eficientes, flexibles y sostenibles. El informe destaca que el precio promedio de renta pedido llegó a COP 82.683 por m² mensual, con un incremento interanual del 11%, impulsado por la escasez de espacios premium y el regreso de las compañías a modelos híbridos de trabajo. En el distrito central de negocios (CBD), las rentas promedio alcanzaron COP 83.785 por m², mientras que en zonas no centrales (Non-CBD) se ubicaron en COP 77.071 por m², evidenciando un mercado equilibrado y competitivo entre corredores tradicionales y emergentes.

De acuerdo con Juan Carlos Delgado, country manager de Cushman & Wakefield para Colombia, “el mercado de oficinas en Bogotá está entrando en una fase de equilibrio tras varios trimestres de ajustes y consolidación. La combinación de una vacancia saludable, el repunte de la absorción neta, un entorno macroeconómico más estable con un PIB creciendo 2.8%, inflación moderada y una tasa de intereses en normalización, así como la expansión de nuevos corredores empresariales, está impulsando a las compañías a tomar decisiones de largo plazo enfocadas en bienestar, tecnología, sostenibilidad y flexibilidad. Este cambio refleja un mercado más sofisticado, en el que las organizaciones valoran la oficina no solo como un lugar de trabajo, sino como un activo estratégico para fortalecer cultura, productividad y atracción de talento”. Actualmente, Bogotá cuenta con 130.892 m² en desarrollo y un pipeline de 668.538 m² en proyecto, concentrados principalmente en Calle 100, Salitre y Nogal-Andino, corredores que mantienen una alta demanda por parte de empresas nacionales e internacionales. Esta oferta futura, según el estudio, responde a la necesidad de espacios certificados, de alta eficiencia energética y con conectividad urbana, alineados con los estándares globales de sostenibilidad.

El entorno macroeconómico colombiano también contribuye a la consolidación del mercado. Durante el tercer trimestre de 2025, con una tasa de desempleo la cual se situó en 8,7% y la inflación acumulada en 5,2%, mientras que la tasa de interés, actualmente en 9,25% sumado a una proyección de crecimiento económico del 2.8% al cierre del año, evidencia un proceso de normalización monetaria que favorece la confianza empresarial y la inversión inmobiliaria. En términos de desempeño, el submercado Salitre continúa liderando por su balance entre oferta técnica y costos competitivos, con una vacancia del 11,6% y precios promedio de COP 73.980 por m². Le siguen Chicó y Nogal-Andino, que registran las rentas más altas de la ciudad, superiores a COP 95.000 por m², mientras que el Centro muestra oportunidades de reconversión ante su vacancia actual de 35,7%.
“Estamos viendo una demanda más sofisticada, donde las compañías priorizan edificios con certificaciones sostenibles, servicios complementarios y conectividad de primer nivel”, añadió Delgado. “La resiliencia del mercado bogotano refleja la evolución hacia un ecosistema corporativo moderno e interconectado, donde la experiencia del usuario y la eficiencia operativa son factores decisivos”.

De acuerdo con el informe el mercado de oficinas en Bogotá se orienta hacia un modelo más diversificado y policéntrico, impulsado por la transformación urbana y la consolidación de corredores emergentes como Avenida Chile y Noroccidente. Estas zonas han ganado relevancia por su oferta reciente, desempeño técnico competitivo y costos controlados, lo que fortalece la expansión del mercado hacia nuevas centralidades empresariales. Los indicadores del trimestre confirman una recuperación estructural y sostenible del mercado de oficinas, caracterizada por un equilibrio entre oferta y demanda, precios estables y una visión corporativa centrada en el bienestar, la eficiencia y la sostenibilidad. En este contexto, Bogotá se consolida como una de las plazas más atractivas de la región para la inversión y ocupación de espacios de alta especificación.

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