Cinco tips para comprar o rentar un inmueble

El mundo de los bienes raíces en Colombia ha vivido importantes cambios en los últimos años, este sector ha experimentado cambios significativos, y el 2023 se destacó como un periodo crucial para cosechar ganancias sustanciales en el valor de los alquileres y las políticas que los rigen. Ahora, en el 2024, la renegociación de contratos inmobiliarios se presenta como una oportunidad clave para maximizar la eficiencia operativa y mejorar la salud financiera de las empresas del país. Con cerca de 45 ya beneficiadas este año, no puedes perderte esta oportunidad de impulsar tu negocio hacia el éxito.

Según Cushman & Wakefield, la renegociación eficaz de contratos inmobiliarios no sólo representa una oportunidad para optimizar los recursos y mejorar la rentabilidad de las empresas, sino que también es un reflejo del compromiso de las organizaciones con la eficiencia operativa y la adaptación ágil a un entorno empresarial dinámico. Juan Carlos Delgado, Country Manager en Colombia, destaca que la capacidad de reestructurar los contratos de arrendamiento existentes o negociar nuevos términos puede ser crucial para garantizar la flexibilidad financiera y operativa necesaria en un mercado en constante cambio.

Con el objetivo de maximizar el valor de las operaciones corporativas mediante nuevos acuerdos comerciales y contratos inmobiliarios, expertos de Cushman & Wakefield presentan cinco recomendaciones para obtener una renegociación exitosa en la industria de bienes raíces:

  1. Evaluar el contrato actual:El primer paso es realizar una evaluación detallada del contrato existente, analizando los términos y condiciones actuales, identificando áreas de oportunidad e información relevante que respalde la necesidad de renegociación. Este proceso puede incluir el historial de pagos de alquiler, entender las cláusulas de ajuste, evaluar los términos de renovación automática y otros aspectos contractuales.
  2. Recopilar datos:Se recomienda reunir datos del mercado, como los precios de alquiler en la zona, la tasa de vacancia, tendencias inmobiliarias, entre otros. Es crucial comprender la situación actual tanto del propietario como de la empresa ocupante, lo que incluye disponer de información financiera actualizada, detectar cambios en las necesidades de espacio de la empresa y cualquier otro factor relevante que pueda influir en la negociación.
  3. Establecer objetivos claros y expectativas:Definir estas metas con precisión es fundamental para guiar el proceso de negociación de manera efectiva. Por ejemplo, la empresa puede aspirar a reducir los costos de alquiler, mejorar las condiciones de mantenimiento del inmueble, obtener flexibilidad en los términos del contrato, entre otros. “Un experto en renegociación de contratos inmobiliarios corporativos maximiza el valor de las operaciones al revaluar y ajustar términos de alquiler. Su habilidad de negociación estratégica optimiza los acuerdos inmobiliarios para operaciones más rentables”, afirmó Laura Acevedo, broker experta en renegociaciones.
  4. Preparar una propuesta persuasiva: Uno de los pilares fundamentales para una renegociación exitosa es la preparación de una propuesta clara y convincente. Esta propuesta debe articular de manera efectiva los intereses de la empresa inquilina y respaldarse con datos sólidos y análisis detallados. Incluir comparaciones de precios de alquiler en la zona, proyecciones de ahorro potencial y cualquier otra información pertinente puede fortalecer la posición de negociación de la empresa.
  5. Negociación y compromiso: Durante el proceso de negociación, es esencial mantener una actitud profesional y estar abierto a compromisos. La búsqueda de soluciones mutuamente beneficiosas es el objetivo principal. Esto implica estar dispuesto a ceder en ciertos puntos para lograr un acuerdo que mejore el contrato para ambas partes. Mantener líneas abiertas de comunicación y buscar un terreno común es clave para alcanzar una resolución satisfactoria.

La renegociación de contratos inmobiliarios busca obtener mejores términos de alquiler y cultivar relaciones sólidas y de beneficio mutuo con los propietarios. Al mantener una comunicación clara durante el proceso, las empresas pueden sentar las bases para asociaciones a largo plazo que beneficien a ambas partes, así como fortalecer la salud financiera y operativa de las compañías.

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