Según el informe “America’s Rental Housing 2024” de la Universidad de Harvard, Estados Unidos enfrenta un déficit de 4 millones de viviendas, a pesar de que en 2023 se construyeron aproximadamente 1.45 millones de unidades, lo que representa un aumento respecto a 2022. Sin embargo, esta oferta no ha sido suficiente para satisfacer la creciente demanda de compradores y arrendatarios.
En este contexto aumentó el número de desalojos, en los cinco primeros meses de 2024 se produjeron 422.000 solicitudes. En contraste, a pesar del aumento en las tasas de interés en los últimos años, la proporción de extranjeros que han logrado adquirir una propiedad ha aumentado. En 2023, los colombianos representaron el 15% del total de las compras de inmuebles por parte de extranjeros en Estados Unidos, seguidos por los argentinos con un 14% y los brasileños con un 7%. Además, los inversores asiáticos también han incrementado significativamente sus adquisiciones, superando en algunos casos a los hispanos.
“Este fenómeno representa un desafío considerable para el país, dado que un número creciente de colombianos, latinos y migrantes de todo el mundo buscan invertir en los Estados Unidos para proteger y diversificar su patrimonio. Esta tendencia no solo subraya la importancia de ofrecer opciones de inversión atractivas y accesibles, sino que también resalta la necesidad de adaptarse a una demanda creciente que refleja la creciente influencia y participación de la comunidad latina en el mercado inmobiliario estadounidense,” menciona Luis Arango, gerente de Arcol Investments Group, compañía dedicada al negocio inmobiliario en EEUU
El déficit de viviendas se ha exacerbado en áreas urbanas y suburbanas debido a factores como el aumento en las tasas de interés, los altos costos de materiales y mano de obra, y las dificultades para obtener financiamiento. No obstante, la creciente inversión de latinos en el mercado inmobiliario de EE. UU. puede desempeñar un papel positivo en la mitigación de este déficit.
“Al invertir en lotes, en la construcción de nuevas viviendas o en la rehabilitación de propiedades existentes, los latinos contribuyen a aumentar la oferta de viviendas y a revitalizar áreas desatendidas. Esta inversión no solo mejora la calidad de las viviendas y estimula la economía local, sino que también impulsa el desarrollo de proyectos de vivienda asequible. Además, la diversificación que aportan al mercado puede generar soluciones innovadoras para el déficit de vivienda, proporcionando más opciones residenciales y facilitando el acceso a viviendas para las comunidades”, añadió Luis Arango. Los inversores latinos suelen enfocarse en propiedades residenciales y comerciales, lo que puede aumentar el valor de las propiedades y estimular la economía local. Además, su participación en el mercado inmobiliario ayuda a diversificar y enriquecer el panorama de inversión, lo que puede generar nuevas oportunidades y fomentar la competencia. También, estas inversiones promueven la creación de empleo en el sector de la construcción y servicios asociados. De esta manera, aunque la demanda creciente de propiedades por parte de colombianos y otros latinos pueda parecer que intensifica la presión sobre el mercado, sus inversiones también aportan dinamismo al mercado inmobiliario y respuestas constructivas al problema, al fomentar una oferta más amplia y accesible de viviendas.
