El retorno a la normalidad lo construimos juntos
El mundo nos ha puesto en un panorama completamente desconocido para todos, donde hemos tenido que esforzarnos para trabajar por retornar a la normalidad. Hacemos cuentas, planeamos escenarios, reinventamos prácticas, creamos alianzas y nos concentramos en el deseo de que pronto este momento sea solo un recuerdo. Algo para lo que la prudencia y la precaución deben estar presentes en cada una de las decisiones.
En medio de semejante reto, también toma relevancia mirar el camino recorrido y ver qué se ha aprendido hasta el momento para de alguna manera empezar a construir desde ese punto.
Si pudiera empezar por reconocer un valor en lo aprendido sería la solidaridad, lo que implica tener como principio ponerse en los zapatos del otro en todas nuestras acciones: en la casa, en la oficina (virtual) y en el mundo en general. Y es que esta pandemia ha logrado que se vayan derrumbando mitos, como por ejemplo el de la competencia sin límites; ya que nos ha hecho entre todos crear salidas, compartir prácticas, discutir oportunidades y concertar soluciones. Hemos aprendido que la relación y creación entre colegas me hace más fuerte a mí, mientras los hace más fuertes a ellos y nos hace más fuertes como equipo. Es una verdadera relación gana-gana.
La solidaridad nos hace exigirnos más como seres humanos: hacer sacrificios en lo personal para ayudar al otro y vernos como parte de una actividad y una sociedad que hoy necesita sumar lo mejor de cada uno de nosotros para salir adelante.
Es un gusto asistir a decenas de reuniones virtuales donde el objetivo común es encontrar salidas e identificar prácticas para superar juntos la crisis general. Es la mejor muestra de inteligencia colectiva, que ojalá se impregne de tal forma que se vuelva un valor empresarial cada vez más fuerte.
En ese proceso de retornar a la normalidad, reinventarse será la palabra de moda. Cómo socializar, cómo hacer ejercicio, cómo comprar y vender, cómo liderar… El mundo sigue, las oportunidades están frente a nosotros y salir permanentemente del estado de confort será el reto en adelante, pero seguramente no lo alcanzaremos si pensamos en hacerlo como antes. Seguro lo hacemos mejor si lo hacemos unidos.
Alejandro Callejas Aristizábal
Gerente de Camacol Bogotá y Cundinamarca
