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Proyecciones 2019 de Camacol Bogotá y Cundinamarca

El panorama macroeconómico, la incertidumbre política y hasta el Mundial de Fútbol hicieron que este año la economía en general y especialmente en el sector de la construcción tuviera altibajos que solo se lograron superar con la solidez que caracteriza a un gremio que trabaja por ser cada día más competitivo. Muestra de ello es que, tras superar las dificultades de los primeros trimestres, al cierre de 2018 las cifras muestran un desempeño destacable en la región. En Bogotá la dinámica comercial de la vivienda nueva no ha parado de fortalecerse, impactando positivamente las ventas que pasaron de -3,1% en enero a 13,4% en octubre, acercándose rápidamente al terreno positivo, aportando de manera importante a la economía del país. Bogotá y Cundinamarca tienen los mejores desempeños.

Según las proyecciones de Camacol B&C, 2019 mantendrá este buen desempeño. Serán iniciadas en Bogotá más de 26.000 unidades de vivienda lo que demandará 220.000 empleos directos e insumos por alrededor de 3,6 billones de pesos. Para Cundinamarca se proyecta la iniciación de 24.654 unidades, que demandarán insumos por alrededor de 2 billones de pesos. Esta tendencia positiva dependerá, en gran parte, del fortalecimiento que se haga de la política de vivienda nacional, distrital y regional, y de que se garantice de manera efectiva y eficiente la estabilidad jurídica para los desarrollos.

Sabemos que 2019 será el año en el que se consolidarán importantes proyectos y se tomarán determinaciones normativas claves para el futuro de Bogotá y la región, generando así mayor confianza para la inversión y para los hogares.

En proyectos estratégicos se destacan tres: el plan de renovación y movilidad de la Carrera Séptima (Transmilenio), que responde a las necesidades de ciudad; el inicio del desarrollo de Ciudad Lagos de Torca, una pieza de ciudad articulada y diseñada que cambiará la manera de proyectar desarrollos sostenibles y grandes piezas urbanas, por último la ejecución de los planes parciales que ya están aprobados en diferentes puntos de la ciudad y que representan un aporten importante para la generación de soluciones de vivienda y una renovación de calidad.

Frente al trabajo que nos ocupará gran parte del próximo año está el seguimiento y los aportes al nuevo Plan de Ordenamiento Territorial (POT), que definirá el desarrollo en los futuros doce años y que esperamos que sea una norma que brinde calidad de vida y mejores condiciones urbanísticas.

Otra meta importante que ocupará al sector es el cumplimiento de las actividades para la recuperación del río Bogotá, incluida la actualización del Plan de Ordenamiento y Manejo de la Cuenca (POMCA). Algo que es todo un reto para los actores públicos y privados. Creemos que será posible con la armonización de este instrumento y los POT.

De la consolidación en 2019 de estos proyectos y de la continuidad a la política de vivienda dependerá el desarrollo de la ciudad y la región. Desde el Gremio seguiremos trabajando con los diferentes actores en análisis e información que nos permita construir ciudades de calidad.

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