El mercado inmobiliario corporativo de Bogotá está atravesando un período de desaceleración en su ciclo de recuperación posterior a la recesión provocada por la pandemia. Durante este lapso, la demanda ha comenzado a repuntar a medida que los precios se estabilizan y las condiciones mejoran, logrando un equilibrio entre la oferta y la demanda. Sin embargo, varios factores podrían contribuir a que esta fase persista, al menos durante el presente año. Entre ellos, destaca la ralentización del crecimiento económico del país, ya que, según el Departamento Nacional de Planeación (DNP), en 2022 la economía experimentó un crecimiento del 7,5 %, pero para 2023, esta tasa se ha reducido a un 3,5 %. Este fenómeno podría estar afectando la demanda de espacios corporativos en la ciudad.
A pesar de ello, la tasa vacancia de oficinas en Bogotá experimentó una disminución un 3,6% al cierre del tercer trimestre de 2023 en comparación con el periodo anterior. Este descenso señala una reducción en la disponibilidad de espacios de oficinas, indicando que las empresas están retomando gradualmente a la presencialidad y que existe una demanda latente de este tipo de espacios.
El mercado inmobiliario corporativo de Bogotá se encuentra en una fase de recuperación gradual. El 78,3 % del inventario de oficinas está en proyectos entregados, el 9,3 % en cabeza del constructor, mientras que el 10,4 % está en proceso de construcción. Tan solo el 2 % se encuentra en etapa de preventas. Se proyecta que la tasa de rotación de oficinas disminuya a un promedio de 50 meses en 2026, y que el crecimiento del inventario se concentre en los sub mercados de Otros, Calle 100 y Chicó. Según Gustavo de la Torre, Director Inmobiliario LATAM, para MTS Consultoría + Gestión “Desde el 2019, el mercado corporativo ha experimentado un crecimiento del 15.6% principalmente en sectores como Centro Internacional, Salitre-Calle 26, Chicó y Nogal”
Los datos indican que el mercado inmobiliario corporativo de Bogotá está experimentando una recuperación en la demanda de oficinas de altas especificaciones, lo que se traduce en una disminución de la vacancia de esta clase de espacios. A pesar de este repunte, la demanda en general de oficinas se mantiene en niveles bajos, y se observa una reducción en la construcción de nuevos proyectos corporativos.