La transición hacia una cadena de suministro circular no solo contribuye a la sostenibilidad ambiental, sino que también puede generar un valor económico significativo para las empresas. Al reutilizar y reciclar materiales, las empresas pueden reducir costos asociados con la adquisición de nuevas materias primas, además, adoptar prácticas sostenibles puede impulsar la innovación dentro de la organización, mejorando la competitividad en el mercado y la creación de empleo. Según un informe del Foro Económico Mundial y Accenture, las cadenas de suministro circulares podrían crear 6 millones de nuevos empleos netos para 2030 y sacar a 100 millones de personas de la pobreza.
Uno de los beneficios más evidentes de una cadena de suministro circular es la reducción de costos. Al reutilizar y reciclar materiales, las empresas pueden disminuir la dependencia de materias primas nuevas, que suelen ser costosas y estar sujetas a fluctuaciones de precios. Según el Octavo Reporte de Economía Circular presentado por el DANE en 2023, para el año 2021 el proceso de reciclaje y nueva utilización de residuos sólidos alcanzó 4,1 millones de toneladas, equivalente al 13,5% de la oferta total de residuos sólidos y productos residuales en el país.
Además, la implementación de una cadena de suministro circular puede servir como catalizador para la innovación. Las empresas se ven obligadas a repensar sus procesos y productos, lo que puede llevar a desarrollos tecnológicos y mejoras en la eficiencia.
Las regulaciones ambientales son cada vez más estrictas en todo el mundo. Una cadena de suministro circular ayuda a las empresas a cumplir con estas normativas, evitando sanciones y mejorando su reputación. De igual manera las prácticas sostenibles pueden mejorar la imagen de marca de una empresa, atrayendo a consumidores cada vez más conscientes del medio ambiente. Esta mejora en la reputación puede traducirse en un aumento de la lealtad del cliente y en nuevas oportunidades de mercado. Por ejemplo, muchas empresas están adoptando políticas de “cero residuos” y comunicando estos esfuerzos a sus clientes, lo que no solo mejora la percepción de la marca, sino que también fomenta la lealtad y el compromiso del consumidor.
Según Juan Ángel, country manager de Drivin para Colombia, “la transición hacia una cadena de suministro circular presenta desafíos significativos, sin embargo, los beneficios potenciales hacen que valga la pena el esfuerzo. Con una planificación adecuada y la adopción de estrategias sostenibles, las empresas pueden generar valor y contribuir a un futuro más sostenible para todos”.
Adoptar una cadena de suministro circular puede parecer desafiante, pero con las estrategias adecuadas, las empresas pueden transformar sus operaciones hacia un modelo más sostenible y eficiente. Desde la utilización de un Sistema de Gestión de Transporte (TMS) como Drivin, se potencia esta implementación mediante la tecnología y la digitalización. Utilizando análisis de datos e inteligencia artificial, se mejora la trazabilidad y transparencia, permitiendo una gestión más eficiente de los recursos. Un TMS integrado puede rastrear materiales reciclados y productos al final de su vida útil, asegurando su correcta reincorporación al proceso de producción. Además, la digitalización y automatización de procesos reducen desperdicios y aumentan la eficiencia operativa, alineándose con los principios de una cadena de suministro circular.
