Llegar a un nuevo hogar es un hito emocionante, pero el verdadero reto comienza después de desempacar: transformar esas cuatro paredes en un refugio personal. Independientemente de si se trata de una vivienda propia o en arriendo, la sensación de “estrenar” a menudo viene acompañada del desafío de adaptar un espacio que aún se siente ajeno.
Lejos de la idea de que se necesita empezar de cero o embarcarse en una remodelación completa, expertos de Homecenter señalan que la clave está en el análisis. El primer paso es explorar qué elementos existentes funcionan y qué estilo se quiere proyectar. La tendencia actual se aleja de las grandes obras y se enfoca en la practicidad, el almacenamiento inteligente y el bienestar.
A propósito de la temporada de mudanzas y remodelación, los especialistas comparten cinco cambios fundamentales que ayudarán a hacer una transformación rápida, demostrando que no se necesita derribar un solo muro para hacer un espacio propio y único.
1. Use el color para dar nueva vida a las paredes.
El cambio de mayor impacto con menor inversión es usar pintura para dar nueva vida a las paredes. Una nueva capa de color no solo limpia y refresca visualmente, sino que tiene un impacto directo en la psicología del espacio.
Un tip práctico para quienes están en arriendo es pintar un solo “muro de acento”, lo cual puede transformar la habitación sin requerir una intervención mayor. Para quienes buscan utilidad, hoy existen cientos de opciones de pinturas personalizadas que además son lavables y fáciles de limpiar, ideales para zonas de alto tráfico.
2. Renueve el ambiente con cortinas y tapetes.
Un error común es subestimar el poder de cambiar cortinas y tapetes para renovar el ambiente. Un espacio sin ellos se siente vacío, genera eco y puede ser frío. Estos elementos definen la acústica, controlan la privacidad y aportan una calidez inmediata. Es uno de los cambios más efectivos y amigables para arrendatarios, siendo clave para generar una sensación de bienestar y confort.
3. De prioridad a que cada cosa esté en su lugar con organizadores.
El desorden de la mudanza puede prolongar la sensación de inestabilidad. Por eso, es vital instalar organizadores en cocina y baño. La utilidad aquí es prioritaria. No es necesario mandar a construir un clóset a la medida; la clave está en “aprovechar los rincones” con soluciones modulares.
Para quienes están en arriendo, existen múltiples opciones de fácil instalación que no requieren perforaciones. En la cocina, por ejemplo, los muebles auxiliares tipo torre son ideales para organizar y aprovechar mejor el espacio vertical sin necesidad de obras.
4.Un cambio de bajo costo puede tener un gran impacto en el bienestar y la higiene.
Por razones de higiene y comodidad psicológica, uno de los primeros cambios recomendados es cambiar el sanitario o, como mínimo, la tapa del sanitario. Es una renovación de bajo costo que ofrece una enorme paz mental y renueva la energía del espacio más íntimo.
Para quienes son propietarios, esta puede ser la oportunidad de actualizarse. Hoy existe una amplia gama de sanitarios e inodoros que se ajustan a todos los estilos, tamaños y presupuestos, incluyendo opciones ahorradoras de agua.
5. Garantice el confort esencial antes de proceder con la decoración.
Finalmente, antes de abordar cualquier aspecto estético, la funcionalidad es clave. Los expertos recomiendan revisar que el calentador esté funcionando correctamente. El confort básico del hogar, como una ducha caliente, no es negociable y sienta las bases del bienestar diario.
Si el equipo existente es muy antiguo o no funciona, es importante saber que existen soluciones para cada tipo de vivienda, desde calentadores de agua a gas hasta eléctricos, que garantizan que el nuevo hogar sea funcional desde el primer día.
Estos cambios estratégicos demuestran que, con la asesoría adecuada y productos versátiles, la adaptación a un nuevo hogar puede ser un proyecto creativo, económico y profundamente personal.
