Las “9R” de la construcción sostenible

Por: María Cristina Rojas

 Aunque el reciclaje es importante en la economía circular, son nueve las líneas en las que el sector constructor puede avanzar, para lograr procesos eficientes que impacten positivamente el medioambiente, así lo señala el ingeniero Luis Osorio, especialista en economía circular.

La economía circular busca optimizar la producción de bienes y servicios, desde la fase de diseño, pasando por los procesos y las fuentes energéticas, para reducir los impactos negativos en el hoy y en el futuro.

Los beneficios ambientales asociados a este concepto, lo ha dicho el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, se traducen en reducción de la extracción de materias primas, uso de fuentes de energía renovables, así como también de residuos y emisiones, y la conservación y uso eficiente del agua, pero también a nivel económico, en la reducción de costos de materia prima, aprovechamiento de los recursos en repetidas ocasiones, ingresos por venta de subproductos, atracción de nuevas fuentes de financiación, innovación en modelos de negocio, apertura de nuevos mercados y mejoramiento de la productividad y competitividad.

Y desde el plano social, se generan capacidades, creación de modelos de negocio que atienden modernas formas de producción y consumo de productos, materiales, agua y energía. Además, impulsa la demanda de tecnologías, productos y servicios orientados en la eficiencia y el eco-diseño; nuevos servicios para el aprovechamiento de materiales y energía, uso compartido de residuos, servicios e infraestructura entre empresas, entre otros.

9R, un ejemplo para apostarle a varias líneas de trabajo

Las 9R:  Reducir, Repensar, Rediseñar, Reusar, Reparar, Remanufacturar, Redistribuir, Recuperar y Reciclar, aportan formas distintas de lograr eficiencias y mayor productividad en las empresas, a la vez que se impacta positivamente el medioambiente. He aquí formas de aplicación en el sector constructor:

Reducir: referido a la menor cantidad de insumos que se requieren para generar un producto. Allí hay un reto para trabajar por disminuir esos elementos, manteniendo calidad y eficiencia, incluyendo las fases no solo de diseño, sino utilización.

Repensar: porque es importante revisar la forma como se generan los procesos y cómo se actúa para crear un insumo o un proyecto.

Rediseñar: a partir de la revisión de los procesos se pueden generar nuevos diseños, no solo de productos, sino también de la forma cómo se realiza la construcción en sí. Así, se logran con ello, no solo ahorros importantes, sino eficiencias y nuevas perspectivas sostenibles en los proyectos.

Reusar: buscando allí dar nueva vida a productos que incluso están desgastados o cumplen una función que ya ha quedado obsoleta. Un ejemplo de esto, según Osorio, es el edificio de la EAN en Bogotá, donde el 90% de los materiales del edificio viejo, fueron aprovechados en la nueva construcción y así limitaron de manera importante el impacto económico y ambiental de compra de materiales.

Reparar:  arreglar un producto o insumo con alguna avería, para seguir dándole su uso original, es otra de las grandes claves de la economía circular. En el sector constructor pasa mucho sobre todo con la maquinaria amarilla que puede ser reparada, alargando su vida útil.

Remanufacturar: donde es posible ajustar para recuperarlo y no tener que crear un nuevo producto o proyecto. Modificar la forma de producir, para no tener que cambiar toda la maquinaria amarilla, es una forma que ha encontrado Caterpilar para apoyar la economía circular.

Redistribuir: buscando por ejemplo, usar los insumos entre pares, o entre las distintas obras de las constructoras, evitando que se pierdan los recursos y logrando eficiencias logísticas importantes, que se traducen en ahorros significativos.

Recuperar: este será el eslabón anterior al reciclaje y es importante porque permite desarrollar iniciativas para recuperar materiales para que otro los reciclen o disponga.

Reciclar: es allí donde muchos centran su atención, partiendo de materia prima recuperada para crear nuevos productos. Hay ejemplos de empresas que recogen residuos de construcción y lo transforman en agregados que vuelven al proceso productivo del concreto por ejemplo.

“La competitividad más que una moda es una necesidad, y las empresas que le apuestan a la economía circular la tienen en la medida en la que se aplican estas 9R. Y es que solo con saber que entre un 10% y 15% de los materiales de construcción se pierden en las obras, según Growth within: a circular economy vision for a competitive Europe, es motivo para trabajar por recuperar esos insumos y traer eficiencias y mayor capacidad de competitividad”, asegura el ingeniero Luis Osorio.

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