,

Reconversión de M2 a centro de almacenamiento urbano

Uno de los negocios que se está abriendo camino en el mundo es el cambio de metros cuadrados de oficinas, parqueaderos o zonas sin usar a bodegas para almacenamiento y procesos de última milla, siendo una opción sostenible con el medioambiente y el bolsillo de los inversionistas que ya está siendo utilizada en ciudades como Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla.

“Muchos propietarios de inmuebles tienen bodegas, oficinas, sótanos de parqueaderos, espacios muertos en zonas comunes, locales comerciales, depósitos de edificios, y hasta torres enteras que están en buenas ubicaciones, pero sin uso. Todos ellos se evalúan y se viabilizan para reconvertirlos al mundo del almacenamiento corporativo y para personas naturales, dándole vida a los espacios, y una rentabilidad interesante para los dueños que pueden usar el 100% de sus m2 con contratos a largo plazo, que les asegura un flujo de caja constante”, asegura Juan José Cabal, CEO de M3storage Colombia.

Y es que la pandemia generó transformaciones, haciendo que las empresas o se redujeran o se ampliaran a espacios más grandes, con mayores amenidades, en coworking y otros modelos, que han dejado el segmento de pequeñas oficinas muy lesionado. De hecho, Desde San Francisco hasta Hong Kong, los propietarios de inmuebles están soportando tasas de interés más alta, valores menores por sus activos y desocupación, que se traduce en pérdidas.

Pero también hay otros espacios como locales a la calle, cuartos de depósito y zonas comunes en centros comerciales, áreas de parqueaderos, sótanos y otros espacios, que bien convertidos, generan rentas muy estables en el largo plazo, y a su vez se convierten en zonas de almacenamiento muy convenientes por ejemplo para que las empresas puedan ubicar mercancía para procesos de última milla y reabastecimiento a comercios, con la consecuente reducción del impacto de la huella de carbono por desplazamientos; para tener archivos cerca al lugar de operación o para que las familias puedan usar bodegas para sus pertenencias como una extensión de su hogar, lo que garantizan una ocupación constante.

El proceso

Los propietarios pueden acceder fácilmente a la solución dejando los datos del inmueble y su ubicación. Se realiza una visita y se evalúan las posibilidades. La propiedad aporta el área y el CapEx de transformación. “Realizamos el proyecto de adecuación y generamos toda la gestión integral de los alquileres y asumimos los gastos de una operación, que además es de última generación, digitalizada, con inteligencia artificial y automatización de procesos, donde garantizamos la seguridad para el dueño del área y el arrendatario de la bodega”, reitera Cabal.

Además, la empresa operadora cobra un fee mensual variable asociado a la ocupación, sin costos fijos para el propietario.

Un proceso además muy sostenible donde no se está generando el impacto de nuevas construcciones, sino aprovechando lo ya construido en ubicaciones cercanas a las operaciones de las empresas y la vivienda y/o trabajo de las personas naturales que alquilan las bodegas. Sumado a esto, y de cara al propietario del inmueble, se están generando rentabilidades que compiten con las del mercado. En el caso de las oficinas por ejemplo, con precios de entre $40.000 y $50.000 por m2, dependiendo del espacio y sus condiciones.

Incluso, se firman contratos a mínimo cinco años, permitiendo estabilidad e ingresos constantes a los propietarios de los activos.

Comparte

Artículos Relacionados