El Dane publicó esta semana, el desempeño de la economía en el 2017 y anunció que el PIB creció 1,8%. En lo que se refiere a la construcción de edificaciones se presentó una reducción en el valor agregado de -10.4%. Al interior de la actividad edificadora, la construcción de vivienda registró una variación de -6,2% y en el desarrollo de proyectos no residenciales la reducción fue de -16.2%.
Respecto al desempeño del sector edificador, Sandra Forero Ramírez, presidente Ejecutiva de Camacol afirmó que el resultado observado era previsible teniendo en cuenta la menor velocidad en la comercialización de los proyectos de vivienda y el fuerte retroceso en el inicio de obras en edificaciones comerciales y de oficinas a lo largo del año. “Lo positivo es que durante el segundo semestre del año 2017 mejoraron las condiciones necesarias para abonar una recuperación en 2018. Tasas de interés a la baja, menores niveles de inflación y recuperación gradual de la confianza son señales muy positivas para el mercado de vivienda”.
Frente a la dinámica de construcción de proyectos no residenciales, la expectativa es que, con la recuperación prevista del consumo y la inversión, haya un repunte en el desarrollo de edificaciones para el comercio, la industria, la hotelería y los servicios, sin olvidar que hay segmentos y regiones en las cuales hay mayores tasas de vacancia que harían que la recuperación en la construcción de este tipo de proyectos se dé a un menor ritmo.
Sobre la política de vivienda social anotó: “Los 77.000 subsidios que puso a disposición el Gobierno Nacional jugarán un papel central en la dinámica de la construcción durante el 2018, año en el que esperamos un crecimiento de 4.6% en el PIB del sector, y con un gran aporte a ese resultado de los programas de Mi Casa Ya, FRECH VIS y Cobertura a la tasa de interés No VIS”