Caminar libremente por la ciudad, tener cerca el trabajo y otros servicios conexos, encontrarse con árboles y naturaleza, disfrutar de espacios no inundados que gestionan de manera estética y sostenible su agua y dedicados para otras actividades de esparcimiento y salud, son parte de esas ciudades que elevan el nivel de bienestar de sus habitantes. A eso le está apostando Colombia y son varios los esfuerzos que se están haciendo en este tema.
Colombia, según el Consejo Colombiano de Construcción Sostenible (CCCS), es líder en la región en proyectos de urbanismo sostenible. Cuenta con 11 proyectos registrados en LEED para comunidades v4.1 – plan & design, que suman más de 550 hectáreas de desarrollo urbano en Bogotá, Cali, Medellín, Ibagué, Bucaramanga y Cartagena. De estos proyectos, dos ya están certificados y tres pre certificados.
A nivel de ciudades, Cali y Bogotá son líderes a nivel nacional y mundial, puesto que ya tienen un plan de acción local para el camino hacia edificaciones neto cero carbono y tienen políticas encaminadas hacia la sostenibilidad. En el caso de Bogotá, la política de eco urbanismo, está en proceso, y en Cali ya cuentan con el manual de construcción sostenible.
Allí se destaca la importancia de la inclusión cada vez más frecuente en las ciudades de los usos mixtos, la mezcla de niveles socio-económicos en las zonas a veces limitada por el costo de la tierra, y el desarrollo urbanístico propiamente dicho, de tal forma que el trabajo les queda a los ciudadanos muy cerca de sus casas, por ejemplo, como lo sugiere la especialista urbana Diana Wiesner.
Calles y andenes
Los andenes son elementos vitales del urbanismo, pero arborizados permitiendo embellecer y permitir la movilidad, traen innumerables beneficios como confort climático, soporte estético, regulación hídrica, alimento para la avifauna, control de erosión, captación de CO2, entre muchas otras ventajas. La sombra, la purificación del aire, pero también la atracción de aves e insectos, fortalece los ecosistemas y suman para el ciudadano vida.
“En Bogotá, por ejemplo, donde la pluviosidad es importante, y al escoger especies nativas, el mantenimiento de los árboles es mínimo. En otras ciudades del país, vemos como se trabaja en andenes que respetan inclusive los árboles existentes en el trazado de las vías y la infraestructura de movilidad, convirtiéndolos en protagonistas del paisaje”, sostiene la arquitecta Diana Wiesner.
Mobiliario
Siempre estos elementos deberán tener el foco en integrar a la familia, sin saturar tampoco la ciudad. Allí hay la posibilidad de tener por ejemplo mesas de ajedrez, ping pong, espacios para que las personas de forma individual puedan estar aisladas también, elementos para hacer ejercicio y mucho más, como lo sugiere Wiesner.
Iluminación
Se deben escoger cada vez más opciones sostenibles como la iluminación LED y energía solar que sea de calidad y escénica, permitiendo no solo iluminar para traer seguridad a las zonas, sino también dar acentos a ciertos elementos del urbanismo, embelleciendo el paisaje.
Infraestructura verde
Buscando que las edificaciones integren sistemas de vegetación eficientes como cubiertas, muros y jardines verdes, pero también identificar parques y corredores verdes que multipliquen los beneficios de la naturaleza en las ciudades, que van desde la reducción de la radiación solar, hasta el fortalecimiento de los hábitat y aislamiento sonoro.
“Sería interesante tener en nuestras ciudades recolección de agua lluvia, pero también filtrado para entregar a la ciudad agua limpia. Otro aspecto importante sería tener en los parques urbanos árboles frutales tradicionales, que recuperen la memoria de lo que somos”, concluye Wiesner.